Según la Real Academia Española: Estado de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica.
Usualmente, no somos conscientes de este estado, y consideramos que, mientras las necesidades mínimas existenciales sean suplidas, se “está-bien”.
“Estar-bien” es subjetivo.
Es decir, depende de el modelo de vida que se lleve, las condiciones socioeconómicas que se tengan, y las expectativas de realización que se anhelen.
Existen tipos de bienestar:
Social: Es la satisfacción de formar parte de una comunidad, De un grupo se obtiene apoyo afectivo, identidad y aprendizaje.
Laboral: Es la posibilidad explotar talentos y capacidades en favor de la sociedad, y sin generar daño a sí mismo, sino placer y satisfacción.
Físico: No es simplemente no padecer enfermedades, es disponer de un cuerpo funcional que permita existir a nuestra manera. Se debe, nutrir el cuerpo con alimentos, ejercicio, y atención médica, para garantizar la salud.
Mental: Es la funcionalidad cognitiva y estabilidad del psiquismo, permitiendo nuestro desarrollo individual y social, sin padecer enfermedades que nos lo impidan, incluyendo la adecuada experiencia y control emocional afrontando de la mejor manera las dificultades y facilidades del día a día.
Ser conscientes de tener bienestar, implica ser conscientes de cada área de nuestra vida en la cual nos desempeñamos, y la satisfacción que ello nos genera. Así, podremos preguntarnos si es necesario ajustar en el día a día, y emprendamos la búsqueda para que alcancemos de la mejor manera posible ese bienestar anhelado.
Ahora, ¿crees qué tienes bienestar en tu vida?